La casa donde vivió el poeta durante la mayor parte de la Guerra Civil ha estado abandonada por el gobierno de Mazón, y contrasta con el trabajao activo del PP y Vox para mantener las cruces franquistas en diversas localidades
Tijeretazo en la política de Memoria y en convenios de cooperación: más peajes de Vox a Mazón para los Presupuestos
Villa Amparo, en Rocafort –localidad cercana a València–, es conocida por haber sido la residencia de Antonio Machado en plena Guerra Civil, más concretamente entre noviembre de 1936 y la primavera de 1938, cuando la capital del Túria era la sede del gobierno de la II República. Pero esta semana ha saltado a las portadas de la prensa por haber sido ocupada por personas sin vivienda, que simplemente entraron a vivir en una casa que vieron abandonada y de la cual reconocen que no conocían su historia.
Esta historia encarna así uno de los principales fracasos de las políticas del Consell de Mazón: el abandono de la política sobre la Memoria Democrática. Este ha sido uno de los peajes que el PP ha pagado a Vox cuando gobernaban juntos en la Generalitat, y que se recrudece con el pacto de los presupuestos para 2025.
Este chalé de estilo modernista de principios del siglo XX y declarado Bien de Relevancia Local (BRL), cuenta con una superficie construida total de 426,85 metros cuadrados, y está ubicado en una parcela de 3.303 metros cuadrados. Fue la residencia de Machado durante la guerra junto con su madre, algunos hermanos y sobrinos.
Además por esta villa también pasaron intelectuales como Rafael Alberti, Max Aub, María Zambrano, Pablo Neruda u Octavio Paz. Esta circunstancia de haberse convertido en un centro neurálgico de la literatura durante la Guerra Civil hizo que el anterior gobierno progresista de la Generalitat del Botànic comprara el inmueble por 1,4 millones de euros en 2019, para impulsar el proyecto de la Casa de los Poetas, convirtiéndose así en un espacio cultural.
La intención era la rehabilitación y utilización Villa Amparo junto con el Ayuntamiento de Rocafort, mientras tanto la vivienda fue musealizada y abierta al público, ofreciendo visitas guiadas para poner en valor “la cultura, la memoria, el patrimonio y la concordia”. Entre las visitas que recibió estuvo la del poeta, catedrático de Literatura y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, en 2022.
Gobierno de PP-Vox, cierre y ocupación
Pero con el cambio de gobierno y la entrada de PP y Vox en la Generalitat la villa fue cerrada y empezó a entrar en desuso. Esto, unido a la falta de mantenimiento, abocó a un abandono que hubo quien sí lo apreció. Ante un aspecto de jardín descuidado, elementos de la fachada desvencijados y una puerta cerrada, tres personas vieron en Villa Amparo una solución de ocupación ante su falta de vivienda.
Esta entrada de los nuevos inquilinos no fue la primera, y tampoco pasó desapercibida. El periódico Levante–EMV publicó el caso y Villa Amparo volvía a centrar los focos. Entre los que reaccionaron el propio Ayuntamiento de Rocafort y, como no, la Generalitat Valenciana, que inmediatamente se movilizaron para sacar a los inesperados inquilinos… y para explicar el abandono.
Sobre lo primero la Conselleria de Cultura, a través de la Policía Local de Rocafort, notificó el requerimiento a los ocupantes para que desalojarán el inmueble, dándoles de margen este viernes 28 de marzo. Estas personas no opusieron ninguna resistencia y abandonaron Villa Amparo antes de expirar la fecha señalada.
Por otro lado, en lo que respecta a su responsabilidad de conservación, la Conselleria que dirige José Antonio Rovira ha afirmado que el 18 de octubre de 2023 se contrataron los servicios para la redacción del proyecto de rehabilitación. Por lo que respecta a la tramitación para el inicio de las obras todavía deberá esperar, y se ha asegurado que “pasará a licitación próximamente y se prevé su adjudicación después del verano”.
El alcalde de Elche, Pablo Ruz (PP) con la cruz franquista a sus espaldas en el Jardín de la Concordia.
Conservación del patrimonio franquista
Teniendo en cuenta el ejemplo de la casa de Antonio Machado, significado republicano durante la Guerra Civil, contrasta el trato que le ha dado el gobierno de Carlos Mazón y Vox si se lo compara con el que se ha dado a otro tipo de patrimonio vinculado al franquismo.
Así destaca la lucha que se ha tenido tanto por parte del PP como de la extrema derecha de Vox de proteger cruces de los caídos, construidas durante la dictadura franquista. Son los casos de Elche, donde se ha conseguido mantener la cruz afirmando que se ha “resignificado” y que se ha contextualizado; también la de Castelló de la Plana donde los partidos de derechas del gobierno municipal requieren a los progresistas que paguen la restitución de la cruz; y también Callosa de Segura, donde la reposición del emblema franquista se impulsa desde la Diputación de Alicante.
Por otro lado, también cabe recordar que este trato a la figura de Machado no ha sido único por parte de la derecha valenciana, puesto que el también republicano Miguel Hernández no ha recibido mejor consideración por parte del PP y Vox. Así la falta de tacto se ha notado desde la simbología vinculada al poeta de Orihuela, hasta el hecho de que el gobierno de derechas de su propia localidad natural rechazó pedir la anulación del proceso judicial franquista que lo llevó a la cárcel, aunque la presión política y cultural obligó al gobierno de Mazón a rectificar, pero sin ninguna crítica a la dictadura de Franco.