lunes, marzo 31 2025

El vicepresidente JD Vance llega a Groenlandia: “Aquí hace un frío que te cagas”

EEUU redobla la presión sore Groenlandia con la visita de una delegación estadounidense en la isla ártica

Trump eleva la provocación a Europa y JD Vance se apunta al viaje de su esposa a Groenlandia

La obsesión de Donald Trump por anexionarse Groenlandia no cesa y hoy se ha vivido un nuevo capítulo que significa una escalada de tensiones en las relaciones entre Estados Unidos, Dinamarca y la isla ártica. La visita de la delegación norteamericana a Groenlandia, encabezada por el vicepresidente JD Vance, no ha sido bienvenida ni por el gobierno de Nuuk ni por el de Copenhague, que la ven como un redoble de la presión desde la Casa Blanca para obtener el control de Groenlandia.  

El vicepresidente JD Vance ha llegado a la base militar norteamericana de Pituffik y sus primeras palabras delante de los soldados nortemaericanos desplegados en la base militar han sido “aquí hace un frío que te cagas […] pero durante el vuelo hemos visto sitios realmente increíbles”. El vicepresidente Vance va acompañado de su esposa, Asha Vance, por el consejero de seguridad, Mike Waltz, y por el secretario de energía Chris Wright, además del senador republicano Mike Lee, una de las figuras que se ha posicionado más a favor de la anexión de Groenlandia por parte de EEUU. Antes de que la delegación volara desde Washington, se había especulado que finalmente solo viajaría la pareja Vance, pero la presencia de figuras del círculo más próximo a Trump denota el peso y la importancia que desde la Casa Blanca se ha querido dar a la visita, según contaban los medios de comunicación daneses.

Al llegar a la base área de Pituffik, JD Vance se ha reunido con los 150 soldados estadounidenses desplegados allí y ha sido informado sobre las funciones de la base militar en su contribución para garantizar la seguridad y los intereses de EEUU en el ártico.

Al mismo tiempo en que la delegación norteamericana visitaba la base ártica, desde la Casa Blanca el presidente Trump se ha referido a la visita de Vance. “Creo que en Groenlandia entienden que los EEUU tendrían que ser los propietarios. Y si Dinamarca y la Unión Europea no lo entienden, se lo tendremos que explicar”, ha dicho.  

Nerviosismo en Copenhague y rechazo en Nuuk  

Previamente a la llegada de Vance a Groenlandia, el miércoles Trump volvió a insistir en una entrevista que EEUU iría “tan lejos como sea necesario” para obtener el control de la isla que, según él, su país “necesita” para la seguridad nacional e internacional. Desde Copenhague, la visita norteamericana se ha seguido con gran inquietud por lo que se entiende como la mayor crisis diplomática que afronta el país nórdico desde la Segunda Guerra Mundial, esta vez teniendo enfrente al país que hasta ahora había sido su aliado más próximo, EEUU.  

El gobierno danés ha pasado de una perplejidad inicial cuando Trump tomó la Casa Blanca y empezó a hablar de “tomar el control” de la isla ártica, al nerviosismo absoluto por la escalada en las tensiones diplomáticas. Durante la semana, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, endureció el tono frente a la administración norteamericana al calificar la visita de hoy de “presión inaceptable”. Desde el gobierno en funciones de Nuuk, se negó que la delegación norteamericana hubiera sido invitada en una “visita oficial o privada”, contradiciendo a la segunda dama, Asha Vance, cuando anunció sus planes de viajar a Groenlandia. El primer ministro groenlandés en funciones, Múte Egede, calificó el viaje de la delegación norteamericana como una “clara provocación y una injerencia extranjera en su país” al mismo tiempo que pidió a la comunidad internacional que dé una respuesta a los planes de anexión de Trump.  

En este contexto de tensiones entre EEUU, Groenlandia y Dinamarca, también ha surgido el presidente ruso Vladimir Putin, que desde una cumbre ártica celebrada en Murmansk, no ha puesto objeción a las ambiciones expansionistas de Trump en el ártico. Putin ha asegurado que EEUU es serio respecto a Groenlandia: “Estos planes tienen unas raíces históricas profundas, y es evidente que EEUU seguirá avanzando en sus intereses geoestratégicos, militares, políticos y económicos en el ártico”. El presidente ruso añadió que “por lo que respecta a Groenlandia, es una cuestión que afecta a dos naciones que no tienen nada que ver con nosotros” dijo.  

Gobierno de unidad para hacer frente a Trump

La visita de Vance y la delegación norteamericana se ha producido al mismo día en que en Nuuk se presentó un nuevo gobierno tras las elecciones legislativas celebradas a principios de marzo. Frente a la situación de crisis que vive Groenlandia por la presión estadounidense, los partidos políticos han llegado a un acuerdo histórico de coalición nacional que incluye a cuatro de las cinco formaciones que se presentaron en las elecciones y que representa al 75% de los votos de los groenlandeses.

El nuevo ejecutivo, que desde ahora tendrá que hacer frente a las ambiciones de Trump, está encabezado por el liberal del Partido Demócrata, Jens Frederik Nielsen, de 33 años y sin experiencia previa la política exterior. Nielsen, partidario de la independencia de Groenlandia, ha sido de los políticos más críticos con las ambiciones de Donald Trump. En la presentación del acuerdo de gobierno, el nuevo primer ministro groenlandés afirmó: “En un momento de presión como ahora, debemos permanecer unidos”. Por su parte, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, felicitó al nuevo gobierno, con el que desea “mantener una colaboración estrecha en un momento lleno de conflictos”.

Visita alejada de las manifestaciones

La base militar estadounidense de Pituffik que ha visitado hoy la delegación norteamericana se encuentra en el noroeste de la isla, uno de los lugares más remotos del planeta, a 1.500 kilómetros de Nuuk. Sin embargo, la agenda inicial que anunció la Casa Blanca no era esta, ya que en un principio la delegación tenía que pasar cuatro días en la isla ártica visitando las ciudades de Nuuk y Sisimiut, y asistir a la carrera anual de trineos de nieve tirados por perros. Pero pocos días antes de la visita, la Casa Blanca rectificó sus planes y limitó el viaje a una parada en su base militar, un movimiento que desde Copenhague se entendió como una victoria de su diplomacia y desde Nuuk se vio con cierto alivio.

 A lo largo de la semana, los medios groenlandeses han ido informando de las manifestaciones de rechazo preparadas para recibir a la delegación estadounidense. El canal danés TV2 también informó de que funcionarios norteamericanos buscaron en Nuuk a personas para recibir por las calles a la comitiva de Vance, un plan que tuvieron que cancelar al no encontrar suficientes personas.

De hecho, el resentimiento contra los norteamericanos se ha ido extendiendo por Nuuk a medida que la crisis entre los dos países ha ido escalando en los últimos meses. El investigador en el Instituto Danés de Estudios Internacionales (DIIS) Mikkel Runge Olesen contó en la cadena pública DR que “la estrategia norteamericana para ganarse el corazón de la población groenlandesa como primer paso para hacerse cargo del país ha fracasado”. Sin embargo, en las páginas del periódico danés Politiken, el analista Michael Jarder alertaba: “No podemos pasar por alto lo que está pasando, digámoslo claro, los EEUU han empezado la anexión furtiva de Groenlandia, esto es solamente el principio”.