La lluvia no frenó la asistencia masiva a la primera gran movilización tras la aprobación de la declaración de impacto ambiental del proyecto de la pastera portuguesa en Palas de Rei (Lugo)
El PP gallego divide en tres grupos a los manifestantes contra Altri: manipulados, politizados y manipuladores
Miles de personas por tierra —“docenas de miles”, según la organización— y más de 600 barcos en el mar han colapsado este sábado la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal, en la cara norte de la ría de Arousa, para manifestar su rechazo al proyecto de macrocelulosa de Altri y a la mina de Touro-O Pino. Dos horas después del inicio de la marcha, ni siquiera habían conseguido alcanzar el puerto todos los buses movilizados, lo que obligó a retrasar la lectura del manifiesto hasta las dos de la tarde.
Pese a la lluvia constante, la asistencia de manifestantes llegados de toda Galicia fue masiva a la que es la primera gran movilización tras la aprobación, por parte de la Xunta, de la declaración de impacto ambiental de la fábrica proyectada en Palas de Rei (Lugo), prácticamente en el nacimiento del río Ulla, que desemboca en la ría. Los convocantes aseguran que se multiplicaron por seis los casi 10.000 habitantes del municipio.
Antes del inicio de la marcha, el presidente de una de las entidades convocantes, la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), Xaquín Rubido, pidió la dimisión del conselleiro do Mar, Alfonso Villares, y de las conselleiras de Economía y Medio Ambiente, María Jesús Lorenzana y Ángeles Vázquez. Junto a él, encabezaban la manifestación representantes de las plataformas Ulloa Viva y Mina Touro-O Pino NON y un grupo de patrones mayores de cofradías y presidentas de agrupaciones de mariscadoras.
Entre los asistentes, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, reclamó al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que escuchase el “clamor social” contra Altri, mientras el secretario xeral de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro —que por primera vez acudió a una movilización contra la pastera— se refirió a la macrocelulosa como “una gran mentira”.
“¡Hablad, gente del mar!”
Tres mujeres representantes de las tres plataformas dieron lectura al manifesto. La presidenta de las mariscadoras de Carril (Vilagarcía), María Porto, fue la encargada en nombre de la PDRA de dar la bienvenida: “Todas estais aquí porque escuchasteis la llamada de auxilio de los sectores primarios de este país y porque estáis, como nosotras, preocupadas, indignadas y escandalizadas porque la Xunta de Galicia considere ”estratégicos“ una mina y una macrocelulosa contaminante mientras desprecia al sector agroganadero y al sector pesquero, marisquero y bateeiro y hace oidos sordos al clamor social contra estas bombas ambientales que amenazan el presente y el futuro del país”.
Desde el puerto, Porto lanzó un mensaje a los centenares de embarcaciones que seguían el manifiesto a través de la radio de a bordo: “Nuestra gente del mar está aquí en sus barcos, defendiendo el futuro de la ría. ¡Que se escuchen los barcos! ¡Hablad, gente del mar!”. La llamada fue respondida por el estruendo de las bocinas de los pesqueros, los bateeiros o los barcos recreativos llegados de toda la ría: Rianxo, A Illa de Arousa, Cabo de Cruz… “¡Barcos como puños!”, rugía por la misma radio, rumbo a A Pobra, la inconfundible voz del actor Miguel de Lira (Rapa), enrolado en un bateeiro y parafraseando una de las expresiones de su histórico personaje, el mariscador furtivo Currás en la serie Mareas Vivas.
“Su intento de imponernos la mina y la celulosa como modelo de industrialización de este país es un insulto a la inteligencia, justo en el contexto actual de cambio climático, cuando el agua va a ser cada vez más importante y valiosa porque va a ser más escasa, quieren regalársela a sus amiguetes”, denunció Marta Álvarez, propietaria de una ganadería ecológica e integrante de Ulloa Viva. “Nosotros necesitamos agua de calidad para que beban nuestras familias y para nuestras actividades agroganaderas y marisqueras, y la Xunta del PP va a contaminarnos el agua”.
“Contaban con que callásemos, contaban con seguir con su plan sin estorbos, pero el pueblo gallego tiró de orgullo y dignidad, en Palas de Rei, en San Caetano —la sede de la Xunta—, en el Obradoiro y hoy en la Pobra do Caramiñal”, dijo entre aplausos Maricarmen Aguiar, ganadera de la zona afectada por la mina de Touro-O Pino, que fue interrumpida por los gritos de “Mina, non!”. Cuando consiguió retomar, aseguró que estaban allí “para dejarle claro a la Xunta y al PP que no pasarán. Todas juntas somos imparables, no contaban con nosotros, no contaban con que la dignidad de todo un pueblo pusiese palos en las ruedas a sus negocios redondos”.
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