Elon Musk denuncia que «fuerzas más grandes» están financiando los actos violentos contra Tesla y señala diractamente al Partido Demócrata
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“El sospechoso se acercó al negocio vistiendo ropa completamente negra y utilizó lo que parecían ser cócteles Molotov y un arma de fuego para llevar a cabo su ataque. Al menos cinco vehículos Tesla resultaron dañados, incluidos dos que quedaron envueltos en llamas. Como mencioné antes, todavía estamos en el proceso de recopilar pruebas, pero parece que el sospechoso disparó al menos tres veces contra distintos vehículos Tesla. Así que sí creemos que se usó un arma de fuego”.
Se trata de un fragmento de la rueda de prensa que la Oficina del Sheriff de Las Vegas ofreció la tarde de este martes, en la que dio los primeros detalles del enésimo ataque a un concesionario de Tesla que se produce en EEUU en las últimas semanas. Las instalaciones del fabricante de coches eléctricos se han convertido en un objetivo habitual de las protestas violentas por las acciones de su CEO, Elon Musk, al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Según documentos del Departamento de Justicia, el Gobierno de Donald Trump ha despedido a unos 25.000 empleados públicos en los primeros 100 días de su mandato a instancias de Musk, la mayoría de ellos en período de prueba. Aunque un juez puesto en duda la constitucionalidad de estos recortes; estas cifras, junto al saludo nazi del multimillonario (que nunca llegó a negar haber realizado ni se ha disculpado después de que millones de personas interpretaran el gesto en este sentido) han provocado una polarización aún más extrema de la imagen de Musk. Tesla es quien está experimentando las consecuencias.
“Este nivel de violencia es demencial y profundamente equivocado. Tesla solo fabrica coches eléctricos y no ha hecho nada para merecer estos malvados ataques”, reaccionó el magnate en X cuando empezaron a circular los primeros vídeos de los coches en llamas. Después, encuadró las acciones en un marco ideológico. “Me sorprende profundamente el nivel de odio y violencia proveniente de la izquierda. Pensaba que los demócratas eran el partido de la empatía y la preocupación por los demás, pero están incendiando coches, atacando concesionarios con bombas incendiarias, disparando y destrozando Teslas”, dijo en Fox News.
“Tesla es una empresa pacífica, nunca hemos hecho nada dañino. Yo nunca he hecho nada dañino, solo he hecho cosas productivas”, continuaba en una entrevista con motivo del rescate de los dos astronautas varados en la Estación Espacial Internacional, que volvieron a la Tierra a bordo de una nave de SpaceX. “Creo que estamos ante una especie de… hay algún tipo de problema de salud mental aquí, porque esto no tiene sentido. Y pienso que también hay fuerzas más grandes en juego. No sé quién lo está financiando y quién lo está coordinando, porque esto es una locura. Nunca he visto algo así”.
El CEO de Tesla también aprovechó otros comentarios en X para pedir que los ataques contra las instalaciones y automóviles de la empresa sean considerados “terrorismo”. Donald Trump le ha respaldado este miércoles. “Creo que, cuando atrapen a los responsables, y espero que lo hagan, y ya han detenido a algunos, se descubrirá que están siendo pagados por personas con una fuerte motivación política de izquierdas”, ha afirmado Trump.
Tanto el presidente como la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, se han abierto a considerar los ataques como “terrorismo doméstico”. Por lo pronto, el FBI pondrá bajo vigilancia especial los concesionarios de Tesla ubicados en zonas donde se han producido ataques.
“Quiero resaltar algo y dejarlo absolutamente claro, especialmente considerando los informes que han surgido en todo el país sobre incidentes similares y ataques dirigidos a instalaciones de Tesla: actos violentos como este son inaceptables, sin importar dónde ocurran”, aseveró un responsable del FBI presente en la rueda de prensa de Las Vegas: “En particular, para aquellos que puedan pensar que algo así es justificable o incluso admirable, queremos dejar en claro que es un delito federal. Iremos tras ustedes. Los encontraremos y los procesaremos con todo el peso de la ley. Instamos a cualquiera que esté considerando algo similar a que lo reconsidere seriamente”.
La intervención de Trump no detiene los incidentes
Lo que al principio parecían protestas aisladas se ha convertido en una cadena de violencia contra Tesla en estos primeros meses de 2025. Antes del ataque al concesionario de Las Vegas esta semana, una tienda en Salem (Oregón) sufrió un incendio provocado a finales de enero, seguido por disparos contra sus ventanas el 19 de febrero. Posteriormente, otro concesionario en Tigard fue blanco de más de una docena de disparos en marzo. En Colorado, una mujer fue arrestada por lanzar cócteles Molotov y pintar “Nazi cars” en un concesionario de Loveland, tras múltiples incidentes entre enero y febrero.
La violencia contra Tesla ha continuado este mes con dos Cybertrucks incendiados en Kansas City y el incendio de Las Vegas. A estos hay que sumar las denuncias de vandalizaciones de menor gravedad que han denunciado dueños de Tesla por todo el país. En las redes sociales se están haciendo cada vez más habituales los contenidos para mofarse de los propietarios de vehículos de la marca, especialmente la camioneta Cybertruck, la más representativa de la última etapa de Musk. “¿Me pregunto si todos los que pasan a mi lado piensan que soy nazi?”, proyectaron unos tiktokers en el Cybertruck de un desconocido en una publicación que suma más de un millón de me gustas.
Trump intentó parar la semana pasada esta corriente anti-Tesla con un acto de apoyo en la Casa Blanca, algo inédito para cualquier otra empresa privada. El presidente se subió a uno de los modelos de la marca y aseguró que se iba a comprar uno, a pesar de que los presidentes de EEUU no pueden conducir por vías públicas. “Este hombre ha puesto toda su energía y su vida para completar este trabajo y no es justo que se le penalice por ello”, dijo Trump sobre Musk: “Creo que ha sido tratado muy injustamente por un grupo muy reducido de personas. Y solo quiero que la gente sepa que no se le puede penalizar por ser un patriota”.
Sin embargo, aunque el acto ha podido ayudar a mejorar la imagen de Tesla entre los republicanos, no parece que haya servido para frenar los ataques. “Tesla se está convirtiendo en el coche oficial del gobierno trumpista para bien y para mal”, explicaba Fernando de Córdoba a elDiario.es: “Más oficial que una presentación con el presidente en la Casa Blanca no hay nada. Pero claro, es que no es cualquier presidente, sino uno absolutamente polarizado y que no es que tenga partidarios y detractores, es que tiene fanáticos y enemigos”.
No hay datos sobre el impacto económico que estos ataques están teniendo contra el fabricante. No obstante, la campaña se produce en un contexto de fuerte caída de sus ventas en todo el mundo, debido también al aumento de la competencia y a la próxima salida a la venta de una renovación de su modelo más vendido, el Y. Esto podría estar provocando que algunos compradores retrasen la adquisición hasta que la nueva versión esté disponible, según algunos expertos.
Protestas en el resto de mundo
La violencia contra Tesla ha trascendido las fronteras estadounidenses, con un grave ataque incendiario en un concesionario cerca de Toulouse, Francia, donde 12 vehículos valorados en aproximadamente 700.000 euros fueron arrasados el 3 de marzo. Las autoridades francesas sospechan que el ataque está motivado por el sentimiento anti-Musk debido a su injerencia en la política europea donde, por ejemplo, ha apoyado a la ultraderecha alemana.
En Europa, los incidentes se han multiplicado. En Belfast (Irlanda del Norte) unos 20 vehículos Tesla aparcados en un concesionario sufrieron vandalismo el 16 de marzo, con retrovisores rotos, ventanas destrozadas y carrocerías abolladas, documentó la prensa local. Mientras tanto, en Berlín, varios Tesla fueron incendiados en los barrios de Plänterwald y Steglitz, con la policía alemana confirmando cuatro vehículos quemados y sin descartar motivaciones políticas.
Un manifestante llama al boicot contra Tesla, este fin de semana en un concesionario de la marca en Londres.
En este caso las autoridades germanas también abren la puerta a que los actos puedan ser considerados actos terroristas, encuadrándolos en una campaña mayos contra Tesla que se desarrolla en el país. Estos incluyen decenas de Teslas incendiados desde 2023, pero también un ataque contra la Gigafactoría del fabricante en Berlín el pasado año, que obligó a parar sus trabajos durante varios días y costó más de un millón de euros en pérdidas.
La oleada de acciones contra Tesla se ha extendido hasta el hemisferio sur. En Tasmania, Australia, un concesionario fue vandalizado con grafitis que calificaban a Musk de nazi, mientras en Auckland, Nueva Zelanda, un hombre de 52 años fue detenido por vandalizar varios Tesla. En Canadá, el movimiento “Tesla Takedown” organizó protestas pacíficas en Ottawa y Vancouver durante este fin de semana, denunciando la influencia de Musk y su papel como asesor de Trump. Los manifestantes, portando carteles con mensajes como “Elon be-gone” y “democracy dies in apathy” (la democra muere en la apatía).