La exconsellera de Emergencias, Salomé Pradas, ha sido citada a declarar como investigada por la gestión de la DANA, así como también lo ha sido el exsecretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso. En cambio, no ha sido llamado a declarar quien en los momentos del día de la catástrofe era su superior, el president Carlos Mazón, que se ubica en la punta de la pirámide y que es aforado. Pero, ¿qué responsabilidad tenía cada uno y qué fase de emergencia había declarada el día de la DANA?

En este punto clave incide la asociación SOSdesaparecidos, que representa a los familiares de 70 víctimas, y se ha personado en la causa sobre las responsabilidades de la DANA que instruye la jueza de Catarroja. Y es que este colectivo señala que el president Mazón, “según la Ley 3/2020, tenía la responsabilidad de tomar el mando único y la dirección de todas las actividades de la emergencia”.

La Ley 3/2020 modificó 10 años después la Ley 13/2010 de la Generalitat, de Protección Civil y Gestión de Emergencias. Concretamente en el Artículo 12, “la Conselleria competente en materia de protección civil y gestión de emergencias”, se modificó el punto 4. Este indica que “cuando la situación de peligro o los daños ocurridos por su especial extensión o intensidad particularmente graves […], el presidente de la Generalitat podrá declarar la situación de emergencia catastrófica. Dicha declaración supondrá la asunción por el presidente del mando único y la dirección de todas las actividades de la emergencia, pasando a su directa dependencia la estructura organizativa del plan territorial de emergencia de la Comunitat Valenciana”.

Esta modificación realizada en 2020 permite al president de la Generalitat asumir la responsabilidad sin elevar el nivel de alerta, pero superando las responsabilidades establecidas en el punto 2.d. del mismo artículo. En él se señalan las responsabilidades de la persona titular de la Conselleria de Emergencias, apuntando entre ellas a “ejercer el Mando Único de la emergencia dirigiendo los planes de protección civil”, así como también “declarar, cuando le corresponda, los niveles, fases o situaciones de emergencia”.

La cronología del día 29 de octubre muestra que el entonces secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, declaró –a petición de la consellera– la “situación 1” por lluvias a las 7.45 horas.

La elevación del nivel a “situación 2”, declaración que realiza la consellera Salomé Pradas, no se produjo hasta las 15 horas. En el aviso que se muestra en los mensajes emitidos por el 112 se van describiendo también los territorios afectados por el temporal durante aquella jornada.

Dada la situación y en términos legales Carlos Mazón, pese a poder identificarse la situación de la DANA aquella tarde del 29 de octubre con las características descritas en el punto 4, no optó por declarar la “emergencia catastrófica”, y por tanto, no asumió el mando único. Y eso que a las 18 horas la situación en el río Magro y el barranco de Poyo era crítica. Además, este era el paso previo a la declaración del nivel 3 que supone una emergencia nacional y el mando pasa entonces al Gobierno central. El PP nacional insitió por boca de Feijóo en que se declarase la emergencia nacional, pero fue el propio Gobierno de Mazón quien no elevó el nivel a “situación 3”.

Con la ley en la mano, Carlos Mazón no había asumido, formalmente, el mando único, el cual todavía se encontraba en manos de la consellera Pradas. No obstante, el presidente de la Generalitat sí tenía el instrumento para haber declarado la “emergencia catastrófica” y asumir el mando único, responsabilidad que no requirió para sí en ningún momento. Tampoco lo hizo a partir de las 20.28 horas, momento que, según la última versión oficial, el president se personó en el Cecopi.