sábado, marzo 15 2025

Junqueras entierra el clima de guerra interna en el final del congreso de ERC

La dirección logra aprobar la ponencia política con un 90% de apoyos, un consenso que llega después de que sus rivales retirasen las enmiendas que pretendían limitar las funciones del presidente

Illa y Junqueras se reúnen en la Generalitat en un “clima de cordialidad” para abordar las comisiones bilaterales

En ERC la sangre estuvo a punto de llegar al río en diciembre pasado. La votación de las candidaturas a la presidencia, a la que aspiraban Oriol Junqueras, Xavier Godàs i Helena Solà, se envenenó de tal forma que hizo falta ir a una segunda vuelta y que, pese a eso, el líder resultó reelegido por la mínima. En círculos del partido llegó a cundir el temor de una posible ruptura interna. Pero, tres meses después, los republicanos están celebrando la segunda parte de su congreso muy lejos de aquel clima guerracivilista y Junqueras ha logrado a la vez reafirmar su liderazgo y calmar a todas las familias rivales.

La dirección de Junqueras ha demostrado este sábado su capacidad para poner de acuerdo sensibilidades confrontadas cuando ha conseguir que el 90% de la militancia avale la ponencia política, redactada por, entre otros, la secretaria adjunta Arés Tubau. Un documento que habla de la defensa de la nación catalana “desde la izquierda” y que busca, en palabras de Tubau, “un equilibrio para que las distintas formas de entender el independentismo puedan convivir”. Además se defiende una relación con el socialismo catalán que “combine confrontación con colaboración”.

El trámite de enmiendas a este texto es buena muestra del interés que generaba en las corrientes que se enfrentaron a Junqueras en diciembre pasado. Se presentaron 867 enmiendas, un “récord histórico”, según ha asegurado Tubau. De esas, 133 se icorporaron directamente en el texto, mientras que 427 han sido transaccionadas. Una tarea larga que sin embargo ha permitido poner de acuerdo a los secotres más unilateralistas con a Ágora Republicana, liderada por Joan Tardà, que pretendía abrir el partido a no independentistas, algo que finalmente no ha conseguido.

La formación independentista celebra en Martorell la parte presencial de su cónclave. Además de la ponencia política, este sábado se votará también la ponencia estatutaria, una donde se preveía, a priori, mayor choque. Desde la candidatura de Godàs, que lideró la oposición a Junqueras, se habían presentado enmiendas para limitar los poderes del presidente e incluso impedir que pudiera ser candidato en las elecciones. Unas pretensiones que, sin embargo, la propia candidatura ha acabado retirando antes de la votación.

Otra de las cuestiones polémicas del congreso es la decisión de la comisión de garantías de descafeinar la “comisión de la verdad”, que debía presentar unas conclusiones sobre lo ocurrido con los carteles insultates contra los hermanos Pasqual y Ernest Maragall que, según se supo después, habían salido de las estructuras de la propia ERC. Inicialmente, Junqueras había planteado una comisión casi plenipotenciaria, pero Garantías ha acabado rechazando que su investigación sea votada y tampoco permitirá hacer señalamientos públicos.

El domingo será el turno de la votación del documento estratégico y la conclusión de un congreso que, si nada falla en los planes de la dirección, será una prueba de su deseo de restañar heridas en la formación y que entronará finalmente a Junqueras como líder con las manos desatadas para marcar el rumbo.