Las explicaciones ofrecidas por Montenegro en el escándalo por sus vínculos con una empresa familiar no han convencido al Partido Socialista (PS) ni el ultraderechista Chega, que han rechazado la moción, junto con la izquierda del Bloco y PCP
El primer ministro de Portugal, contra las cuerdas por un escándalo de pagos de una empresa de casinos
Con algo de incertidumbre por las negociaciones de última hora entre los grupos mayoritarios, pero al final sin sorpresas, el primer ministro de Portugal, el conservador Luís Montenegro, ha fracasado en la moción de confianza que se ha votado este martes en el Parlamento por la negativa de los socialistas y la ultraderecha a apoyarlo. El Gobierno entrará en funciones tras el rechazo de la cámara, que allana el camino para unas elecciones anticipadas, las terceras en tres años.
La crisis política se ha desencadenado por un escándalo por los vínculos del primer ministro portugués con una empresa familiar. Ninguna de las explicaciones ofrecidas por Montenegro, del Partido Social Demócrata (PSD) han convencido al Partido Socialista (PS) ni al ultraderechista Chega, segunda y tercera fuerza en la unicameral Asamblea de la República, para votar a favor. La izquierda del Bloco y el PCP también han votado en contra de la confianza.
Al no prosperar la moción, el Ejecutivo tendrá que dimitir y el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, deberá decidir si convoca o no elecciones anticipadas, aunque ya ha dado indicios de que se inclina por los comicios, e incluso ha anticipado que estos podrían celebrarse como muy temprano el 11 o el 18 de mayo. Estas pueden ser las terceras elecciones en tres años en Portugal y se sumarían a un año electoral ya cargado, porque en otoño habrá municipales y en enero próximo, presidenciales.
El debate ha tenido momentos de suspense. El líder parlamentario del conservador PSD, Hugo Soares, ha llegado a pedir una interrupción de la discusión para que Montenegro pudiese negociar durante media hora una solución con Pedro Nuno Santos, el secretario general del PS. Este había dicho previamente que no iba a dar marcha atrás y ha insistido en que el primer ministro debía dar explicaciones públicas, en vez de tratar de articular una componenda con los socialistas a puerta cerrada. El pleno ha votado finalmente en contra de hacer esa pausa, después de que los diputados se llamasen frenéticamente por los teléfonos con cable de los escaños y se mandasen constantes mensajes de texto.
El gobierno planteó después una segunda alternativa: aceptar la comisión de investigación parlamentaria que reclamaba el PS, pero solo durante 15 días, en vez de los tres meses que querían los socialistas. Los de Santos no lo aceptaron.
El dirigente socialista ya había afirmado previamente que el voto era “una petición de dimisión cobarde” de Montenegro. Por su parte, el líder de la ultraderechista Chega, André Ventura, ha defendido el voto de su partido al considerar que las respuestas dadas por Montenegro sobre la compañía de su familia son “insuficientes”.
El primer ministro ha insistido en que no ha cometido ninguna ilegalidad al mantener su vínculo con la empresa familiar. “No obtuve ningún beneficio de esta empresa desde que soy el primer ministro y desde que soy el presidente del Partido Social Demócrata”, había reiterado Montenegro el lunes en una entrevista en TVI/CNN en la víspera de la votación de la moción de confianza en el Parlamento. “No dimitiré porque no tengo motivos para dimitir”, agregó.
Al Gobierno no le salían las cuentas, ya que necesitaba de mayoría simple para que la moción fuera aprobada. La coalición gobernante de Montenegro tiene 80 de los 230 escaños en el Parlamento, mientras que el PS cuenta con 78 y Chega dispone de 49, más uno de un diputado no inscrito en ningún partido que suele votar en el mismo sentido que la formación de ultraderecha.
El escándalo
Los medios de comunicación portugueses dieron a conocer la existencia de una empresa en manos de la mujer e hijos del primer ministro llamada Spinumviva, que fue fundada cuando Montenegro estaba fuera de la política activa.
En un principio el diario Correio da Manhã señaló que se trataba de una inmobiliaria, lo que fue considerado por el propio Montenegro como una afirmación “sin tino” y precisó que se dedica a la “protección datos personales” de sus clientes. La semana pasada, la compañía pasó a estar únicamente en manos de los dos hijos de Montenegro tras dos semanas de polémica.
Poco a poco fueron saliendo nuevas informaciones en la prensa donde se reveló que esa firma recibió pagos de empresas donde el primer ministro trabajó en el pasado, como Solverde, un grupo que gestiona hoteles y casinos.
Como consecuencia, en un espacio de 15 días, el Gobierno de Montenegro se ha enfrentado a dos mociones de censura, una presentada por Chega y otra por el Partido Comunista Portugués (PCP), que fueron rechazadas en el Parlamento.
Durante el debate de la moción del PCP la semana pasada en la Asamblea de la República, Montenegro anunció que su Ejecutivo iba a impulsar una moción de confianza, al considerar que el Parlamento tiene que confirmar si existen las condiciones para poder gobernar.
Con información de EFE.