La vicepresidenta del Gobierno, ministra de Hacienda y número dos del PSOE federal, María Jesús Montero, ha convocado este miércoles a los militantes de Sevilla para anunciar su precandidatura a las primarias para elegir al líder de los socialistas andaluces, apenas 24 horas después de que Juan Espadas anunciase que renuncia a la reelección para “apoyar una opción ganadora”.

Montero ha guardado silencio durante toda la jornada del martes, dejando todo el foco mediático al actual secretario general de la federación más numerosa del partido, que ha explicado en la sede sus razones para abandonar la carrera a la reelección. La marcha de Espadas y el aterrizaje de la vicepresidenta del Gobierno son, según su relato, movimientos sincronizados, pactados al más alto nivel y con el conocimiento y el beneplácito de Pedro Sánchez.

La ministra tiene previsto asistir este miércoles en Madrid al acto de conmemoración del Gobierno por los 40 años de la muerte del dictador fascista Francisco Franco, donde también coincidirá con Espadas, portavoz del PSOE en el Senado. Luego cogerá un AVE a Sevilla para oficializar la presentación de su candidatura ante la militancia de su propia agrupación, la más numerosa del país y, a la sazón, corazón del PSOE andaluz.

“Sólo una opción me podía hacer replantearme mi decisión de presentarme, y si esa opción se planteaba, aquí está Juan Espadas. Opto por unir mis fuerzas a una candidatura ganadora, sin duda, porque estoy concentrado en ganar al PP de Juan Manuel Moreno. Decido apoyar una opción ganadora que renueve el proyecto y lo convierta en ganador y para ello voy dar un paso al lado, nunca atrás”, ha asegurado este mediodía Espadas en la sede del partido, en la calle San Vicente de Sevilla, abarrotada de periodistas, y rodeado de los colaboradores más estrechos de su ejecutiva.

El todavía líder de la federación andaluza no ha mencionado el nombre de Montero, aunque desde su entorno han explicado que la operación de “transición” hacia el proyecto de la vicepresidenta del Gobierno estaba “pactado” con ella y con Sánchez. La candidatura de Montero trata de apaciguar un PSOE andaluz que iba derecho al choque de trenes en unas primarias muy duras en el momento más delicado de su historia reciente.

Es una opción que contenta tanto a la dirección saliente, con Espadas a la cabeza, como al deslabazado sector crítico, que durante las navidades ha tratado de lanzar, sin éxito, la candidatura alternativa del diputado jiennense Juan Francisco Serrano, número dos del secretario de Organización, Santos Cerdán.

Con Montero, son cinco los ministros de Pedro Sánchez que saltan a la arena autonómica para renovar los liderazgos del PSOE en las regiones donde ahora gobierna el PP, aprovechando que en 2025 no hay -de momento- ninguna convocatoria electoral. La ministra de Hacienda será la primera -junto con el candidato socialista que elija Castilla y León- en enfrentarse en las urnas a los populares.

Su labor es complicada, porque enfrente tendrá a Juan Manuel Moreno, que disfruta de una holgada mayoría absoluta y apenas un arañón en el traje de la oposición tras seis años en el poder. En principio, Montero plantea compatibilizar sus funciones en el Ejecutivo central con la dirección de la federación más numerosa del PSOE, lo cual incluye la difícil negociación de la financiación singular para Cataluña -con sus socios independentistas catalanes-, la reforma del modelo de financiación para toda España, con 11 presidentes autonómicos del PP a la contra; y los Presupuestos Generales para 2025.

Montero tenía de plazo hasta el viernes a las dos de la tarde para inscribir su precandidatura a las primarias del PSOE andaluz, para lo cual debía personarse en la sede del partido o enviar a una persona de confianza en nombre. Ya hay un aspirante que ha dado ese paso, el catedrático de Economía y militante socialista Luis Ángel Hierro, que se presentó a las primarias de 2021 que Espadas ganó a la entonces líder del partido y expresidenta de la Junta, Susana Díaz.

El siguiente paso será la recogida de avales entre la militancia, para lo cual se abrirá un plazo entre el 11 y el 18 de enero. Los estatutos del PSOE, modificados en el último Congreso federal, establecen que son necesarios el 12% del censo -en lugar del 6% como hasta ahora-, lo cual implica reunir en torno a 4.500 firmas de afiliados.

Montero no tendrá problemas en lograrlo, porque cuenta con la simpatía tanto de los que apoyaban a Espadas como de sus críticos, pero Hierro puede tenerlo más difícil. En 2021 logró unos 1.400 avales -entonces bastaba con esta cifra, que le permitió pasar el corte y disputar las primarias-, pero ahora el listón es más alto.

Si no lo logra y finalmente Montero es la única candidata en pie, no se celebrarán las primarias y la vicepresidenta del Gobierno será automáticamente elegida secretaria general del PSOE andaluz. La conformación de su ejecutiva se dirimirá en el 15º Congreso regional del partido, convovado los días 22 y 23 de febrero en Armilla (Granada).